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miércoles, 30 de octubre de 2013

Al fin un poco de inspiracion Vol VI

La luz del sol pasa por unos pequenios cuadraditos en el techo. Basta con eso para iluminar este historico bazar. Me tomo un chai que me invitaron, pequenia muestra de la espectacular hospitalidad irani. Me rodean unos cuantos seniores, curiosos por este extranjero en bicicleta. Uno de ellos, viejito, me sonrie con una expresion casi paternal. Le comenta algo en persa al unico hombre que sabe ingles y hace de traductor: 'Dice que el mundo es un libro, mientras algunos se quedan con una pagina, ustedes han salido a leerlo todo'. 
Hermoso agasajo, gran responsabilidad.  Por que somos afortunados, privilegiados, entre millones, es nuestro deber compartir lo que vivimos. Si la gente pudiera conocer mas al hermano que vive del otro lado del cerco, el mundo seria un lugar mucho mejor. La ignorancia es el caldo de cultivo para  la discriminacion, los fanatismos, la guerrra.
Quien conoce Iran, no le puede creer a la CNN.
Quien le tiene miedo u odio a un musulman, no sabe lo que se pierde...

Solo una linea, entre millones que se pueden trazar, mi camino a medio oriente:

I'm lovin' it 

En este viaje hay un rol clave que, al igual que en la vida, juegan las expectativas. Mi llegada a Istanbul era para mi entrar en un mundo nuevo. Tambien era el lugar donde el grupo de cuatro se separaba. Los ingleses se iban por su lado, Fede se tomaba unos veinte dias con su novia y yo seguia por ahi.
Para mi sorpresa, Istanbul, mas alla de ser una ciudad increible, era en su escencia, otra ciudad europea. Las grandes torres de sus historicas mezquitas no cambian una cultura que tiene mucho mas que ver con occidente que con oriente. Shoppings, peatonales, Mc Donalds, kebap, Louis Vuiton, mezquita, Burguer King, kebap, Zara, KFC, balik ekmek.
Primero Istanbul, despues Turquia. En todo mi recorrido por el pais me dio la sensacion de que nunca habia salido de Europa. Obviamente la mayor diferencia esta en el islam, sus tradiciones y sus restricciones, como por ejemplo la incomodidad de tomar una cerveza ( a pesar que se puede comprar en cualquier supermercado) o las mujeres que, fuera de las grandes ciudades, rara vez comparten un espacio junto a los hombres.
Que a mi entender Turquia sea Europa y no Oriente tiene una explicacion: un tal Ata Turk. El padre de la patria es quien adorna autos, negocios, y hasta la piel de muchos turcos. Cuando despues de la primera guerra mundial, el Imperio Otomano, aliado de Alemania, pierde frente a los aliados, estos empezaron a afilarse los dientes para repartirse un imperio en decadencia. Ahi aparece este joven  turco que inicia una revolucion que terminara con la creacion de lo que hoy es Turquia. Una vez en el poder, Ata Turk empieza la modernizacion del estado turco, separandose de otros paises de origen arabe, acercandose a Europa. Entre las medidas mas importantes se establecio la educacion laica y el turco paso a ser el idioma oficial (sacando nada mas ni nada menos que el arabe, la musica del koran).
Entonces, cuando en mi cabeza yo iba a estar viajando entre pueblerios construidos con barro, callejones angostos y burros en la ruta cargando mandarinas, me encontre en super rutas de cuatro carriles, ciudades muy modernas y estaciones de servicio que parecen shoppings.
Pero no puedo ser injusto, Turquia tiene algo que no se encuetra en Europa: los turcos.

Cows save the planet

Despues de una semana en Istanbul recuperando energia, fue el momento de ir a visitar a Dudu. 
Dudu es un joven turco conocido de mi papa. Junto a su primo, dejaron sus carreras profesionales en Istanbul para instalarse en un pueblito del otro lado del mar de Marmara, trabajar a tierra y subirse a un desafio gigante: recuperar los suelos de Turquia.
Despues de un ferry y unos 80kms a pedal, llegue a la casa de los chicos, que solia ser la casa de sus abuelos. Estan justo en la cosecha de su primera plantacion de tomates. La hicieron sin ningun agroquimico. El sabor es tal que se huele en el aire. Junto a otros amigos cosechamos e hicimos litros y litros de salsa.
Aproveche el tiempo libre para leerme un libro llamado 'Cows save the planet'. Me parecio fascinante. Plantea que no se puede entender los problemas de nuestro planeta sin mirar lo que tenemos a nuestros pies: la tierra. Hasta ahora toda la culpa se concentra en el exceso de emision de carbono en el aire, nunca nadie plantea que tambien estamos destruyendo a quien esta a cargo de almacenarlo, como una gran bateria, que es el trabajo de nuestros suelos.
Todo esta vinculado a todo. Nuestra nutricion tambien esta directamente relacionada a la calidad de la tierra. Un ejemplo increible es que, es tal la pobreza de los suelos donde se producen nuestros alimentos hoy en dia, que, para recibir las mismas vitaminas y minerales que nos daba una manzana tiempo atras, ahora debemos comer cinco!
Y por que las vacas van a salvar el mundo? Por que la forma para regenerar nuestra tierra, volver a llenarla de vida, hongos, bacteria, humus, no es haciendo parques nacionales, ni poniendole productos farmaceuticos, debemos hacer algo muy simple... llenarla de hervivoros, como siempre estuvo.
Restaurar los suelos entonces, significa no solo parar un proceso en el que nos estamos autodestuyendo, sino que tiene un impacto directo en la vida de la gente, es hacer productivas zonas que se estan volviendo desiertos, es producir comida donde el futuro dice hambre.
Y estos dos rebeldes se subieron a este barco. 
Despues de unos dias me despedi para seguir camino al Mar Negro.
 La tierra ya no la puedo ver como algo muerto y los tomates del supermercado no puedo verlos como tomates!.

Karadeniz

El itinerario a oriente incluyo unos 1000 kms recorriendo la costa turca del Mar Negro. 
Los primeros kilometros me encontraron pedaleando en soledad, dando lugar a lindisimas experiencias con la hospitalidad turca. Junto a un grupo de chicos nadamos buscando mejillones, para cocinarlos ahi nomas en la escollera y por la noche rematarlo con unas cervecitas al lado del mar. Otro linda historia fue ir a un bautizmo musulman, donde tuve el honor de bailar en el medio de la fiesta cuando llego el turno de los hombres. Infinitos los chai tomados, en las clasicas casas de te turcas, exclusividad para viejos apasionados del backgamon. Por momentos hasta se me hacia dificil pedalear, siempre algun curioso que me paraba para inivitarme frutas, pan, tomates, chai, chai y mas chai.
Llegue a una ciudad muy linda llamada Amasra, donde era el punto de reencuentro con Fede. Acampe en una estacionamiento frente al mar, lleno de barcos en construccion, un poco de basura y puestas de sol que eran postales. Pasaron unos dias hasta que llego Fede desde Istanbul, mientras tanto se armo la comunidad del estacionamiento: un par de familias turcas, un viejito pintor y algunos viajeros, todos acampando, charlando, comiendo juntos, tomando chai, nadando. 
Como despedida de Amasra, fuimos con mi vecino de carpa a pescar al mar abierto con un gomon. Volvimos con un monton de pescaditos que cocinamos para la cena... un lujo!
Antes de abandonar la ciudad entra en la historia un nuevo personaje: Sarkis. Un hombre de cincuenta y pico que andaba con su bici por Amasra y decidio unirse a nosotros por unos dias. Sin poder hablar una palabra de ingles, pero de sonrisa facil, paso muy poco tiempo para que nos ecariniemos con el. Super atento, siempre dispuesto a ayudar se adapto increiblemente. Apasionado de las bicis, nos revisaba que estuviera todo OK a diario y cuando Sarkis decia, su unica palabra en ingles, 'Problem' era para preocuparse. La mayoria de las noches dormia directamente en la interperie, incluso cuando habia un rocio que empapaba. Una anecdota que lo pinta fue la noche nos agarro una tormenta terrible, acampando en una cancha de futbol. Por la maniana la carpa de Sarkis estaba destruida, solo sobresalia la forma de la panza y su cara afuera, sonriendo.
Fede vino de Istanbul acompaniado por otro amigo de italia, Loly. Con su buena onda y simpatia fue una gran incorporacion para el equipo, lamentablemente pedaleamos juntos solo unas semanas. Pero la suerte no fue algo que acompanio a Loly en estos dias. Con una bici de carrera, el sube y baja ridiculo de la montaniosa ruta costera era una pesadilla sin cambios livianos. A esto se le sumaron pinchazos, la  rotura del porta equipaje y para rematarla, una desompostura terrible que lo paro unos dias. Cosas que a mi no me pasaron en 14 meses.
Equipo de cuatro. Pedaleamos unos 350 kms juntos, en dias increibles por el paisaje y la compania. El mar negro, que aqui era azul, nos refrescaba cada vez que lo necestiabamos, y las jornadas de pedaleo rara vez pasaban los 50 kms.
La ciudad de Sinop fue donde nos depedimos de Loly y de Sarkis, con una noche alocada que terminamos durmiendo en los tubos plasticos de un juego para ninios en la plaza centrica. Lolly para su Torino natal, con Fede seguimos costeando Turquia y Sarkis a Istanbul con su familia. El viejito nos ensenio a los tres que la edad no la marca la fecha de nacimiento, sino las ganas que uno le pone a la vida para vivirla.
Siguieron dias en los que , ya un poco cansados de Turquia, empujamos los pedales. Pasamos por Trabzon donde hicimos la visa de Iran y le metimos pata.  
Por una autopista costera, llena de camiones y tuneles de kms, nos despedimos de Turquia.

La Libertad

Georgia es uno de esos lugares que no teniamos idea que esperar. Este pequenio pais, ex URSS, era nuetra entrada a los caucasicos.
La frontera con Turquia es un edificio tan moderno que parece un aeropuerto. Apenas entramos al pais, luces de casinos, una playa con chicas y un barcito que vender cerveza, a solo 100 mtrs de la frontera turca. Al agua, ultimo chapuzon en el mar negro y a gozar de tomar una cervecita sin que sea taboo.
El contraste era increible, mientras el imam llamaba a rezar desde la mezquita del lado turco, nosotros estabamos escuchando The Beatles en la playa. Volviendo a disfrutar cosas que casi nos olvidamos que existian... y eso que Turquia es un islam muy moderado.


Embriagados de historias

Nos llevo solo una semana cruzar Georgia para entrar a Armenia (la frontera turca-armenia esta cerrada). Fueron dias de muchas montanias, anecdotas.. y alcohol.
A pocos kms de la frontera esta Batumi. Una ciudad costera que mezcla rascacielos, hoteles de lujo, aguas danzantes y parques con pavos reales, al lado de gigantes monoblocs sovieticos, vacas y ropa colgando en los cables de luz. Nos llevo un rato entender que pasaba en esa ciudad hasta que nos explicaron que muchos turcos y rusos invierten aqui como destino de verano, junto a un gobierno que hace muchos esfuerzos por posicionarlo.
Luego de intentar quedarnos gratis en el Sheraton, preguntando si querian sponsorear nuestro viaje, terminamos durmiendo bajo las gradas de un acuario de delfines. (Justo dos dias antes habiamos visto un documental sobre el trafico de delfines, lamentablemente no estabamos tan lucidos como para liberarlos!).
El proximo dia nos metimos en las montanias, siguiendo el valle surcado por un rio. Paramos en un refugio a dormir una siesta mientras llovia. Al poco tiempo se acercaron vecinos de un caserio y haciendo un gesto golpeandose con el indice las arterias del cuello, nos invitaban a tomar cha-cha, alcochol destilado casero, de algun fruto de la zona. 
Fueron apareciendo curiosos, en un momento eramos unos ocho tomando junto al rio. Rapidamente llego la invitacion de Mr Ahmed para dormir en su casa. Obviamente aceptamos, que mejor que una casa de campo en las montanias de Georgia!.
La casa es muy calida, en la entrada hay como un horreo con maiz, al fondo una gran huerta. Nos ofrecen una ducha.. y que ducha!. El banio tiene una estufa a lenia para calentar el agua, que tambien calefacciona todo el banio. Lindisimo, especialemente despues de muchos dias cuya unico banio era el salado mar.
Para la cena la mujer de Mr Ahmed cocina pescado recien sacado del rio. Nos acompanian otros chicos de la zona. Aca no se toma agua, menos coca cola, se toma cha-cha y vodka. Brindamos una y otra vez, hasta que algun responsable nos invito a dormir. Un cuarto con camas, sabanas limpias y frasadas pesadas, afuera hace frio... mas no se puede pedir.
A la maniana desayuno completo, despedida afectuosa con nuestro nuevos amigos y a seguir trepando montanias.
Fueron dos dias subiendo que terminaron en una ultima cuesta de 30kms, en un camino de ripio suelto con piedras gigantes y camiones rusos modelo 50', cargados de pasto. Es que todos aqui se preparan para un invierno donde toda la region se tapa de nieve. Por momentos me sentia en la pelicula 'Good Bye Lenin', como si en estas montanias la gente no se entero que se cayo el muro.
Luego de mas de 5hrs trepando, llegamos a la cima del paso, a unos 2100 mtr de altitud. Con mucha hambre entramos a un refugio/restaurant que hay justo en la cima.
 Es un lugarcaito de madera  con una estufa en el medio. Nos preparan una comida exquisita. Hay unos chicos de Polonia que estan instalando unas aerosillas para un futuro centro de ski. De a poco va cayendo gente. 'No saben lo que es esto dentro de un rato, cuando sube el alcohol' nos dice uno de los chicos.  La noche tambien llega y con ella el vodka. Con el vodka los seniores, incluso el duenio y el policia de la zona, empiezan a cantar canciones a capela. Mientras afuera las nubes nos tapaban y los vidrios se empaniaban, quien escribe saco la armonica, Fede la flauta y empezamos a hacer nuestra gracia. Zapateando de punta a punta en los tablones del salon, acompaniado por las palmas, fuimos musicos por un rato. Nuestro minuto de fama era solo posible por el oido embriagado de los espectadores.
En la madrugada la lenia de la estufa se consumio. A dormir en un container, con una pareja de suizos que llegaron a dedo unas horas antes.
Los proximos dias fueron de subidas y bajadas, por suerte no mas alcohol.  Una fue una de esas noches dificiles de olvidar.  Nos agarro una violenta tormenta electrica, acampando en medio de las montanias. Los relampagos retumbaban en todo el valle, los rayos hacian un destello tan fuerte que ni cerrando los ojos podia evitarlos. Llegue a aceptar la posibilidad que ese dia la suerte no estuviera de mi lado y me convenci que existia una alta posibilidad de ser alcanzado por un rayo.  No pude dormir hasta que la tormenta paso. Por la maniana amaneci cansado.. y agradecido. 
A medida que nos acercamos a Armenia el paisaje fue cambiando rotundamente, de bosques otoniales a montanias de tres mil metros, de formas suaves, redondas, tapadas por una fragil alfombra amarilla de pasto.
 Con un fuerte viento frio y este paisaje ostil ante nuestros ojos entrabamos a un nuevo pais.


Un armenio en Armenia

Haciendo mis primeros kilometros en Armenia no podia sacarme de la cabeza la tarde en la oficina (de mi antiguo trabajo), que molestando a mi amigo armenio (Guille), le decia que iba  a llegar pedaleando hasta la tierra de de sus abuelos. Parecia tan lejos y ahora alli estaba, entrando a un pais que anios atras no podia encontrar en el mapa.
A Guille lo habia visto en Roma y alli arreglamos que si yo llegaba con la bici a Armenia el se tomaba un vuelo desde Argentina. El punto de encuentro seria Yerevan.
La capital no tiene nada que ver con lo que conocimos del resto de Armenia, moderna y lujosa, mientras el resto del pais es, en su mayoria, humilde y campesino. El monte Ararat la custodia, con sus 5000 mts de altitud, su nieve eterna y la imponencia de semejante montania, sola, en el medio del valle. Segun los creyentes, la montania es sagrada, por que fue alli donde se termino el viaje de Noe con su arca.
Armenia fue uno de los primeros paises en adoptar el cristianismo, en el 300 DC. Por ello el pais tiene iglesias y monasterios antiquisimos, perdidos en las montanias, patrimonios de la humanidad.
Guille viene con un listado de lugares para visitar y un kilo de yerba para el desarraigado. 
Nuestras visitas empezaron por ir a ver al 'Papa' de la iglesia armenia. Asistimos a la misa del domingo. El coro de fondo, los rayos de sol que quedan en evidencia con el humo de las velas y los inciensos, generan un ambiente de mucha espiritualidad.
 Los proximos dias visitamos mas iglesias y monumentos en las afueras de la ciudad.
Tambien probamos la cocina armenia. Para mi, exquisitos sabores nuevos. Para Guille, muchas de las comidas significaban un flashback a la cocina de la nona. 
Visitamos el memorial y museo del genocidio armenio, un lugar conmovedor, donde se respira dolor, pero mas que nada injusticia.
Asi se nos fue una semana, la despedida al pie del monte Ararat, en un monasterio que cuelga de la montania. El reencuentro, el destino dira..


Sobre el genocidio

El intento de exterminio del pueblo armenio llevado a cabo por el imperio otomano nunca fue reconocido por el gobierno turco, ni por muchas potencias, cuyos intereses politicos y economicos estan por sobre el reconocimiento del asesinato de casi dos millones de personas, entre ellos el gobierno que preside un nobel de la paz...
Me da lastima por que conoci mucha gente increible en Turquia y que su gobierno siga ocultando esto mancha las manos de estas nuevas generaciones que nada tienen que ver con cosas que sucedieron hace cien anios.
La presion del gobierno turco por tapar lo que paso es tal que si a alguien se le ocurre hablar de 'genocidio armenio' en ese pais puede terminar en prision, por hablar de algo que jamas sucedio. Lo note en carne propia, charlando con chicos que rapidamente esquivaban el tema o solo tenian la respuesta oficial: 'No los mato nadie, murieron marchando a Siria'.


La vida, por una linea invisible

A unos 70 kms de Yerevan estaba Fede, que habia escapado de la gran ciudad para meterse en un pueblito mas tranquilo. Cuando llegue, la mitad del pueblo ya lo conocia, asi que aprovechamos a quedarnos unos dias y conocer un poco el dia a dia armenio.
Haig es un hombre grandote y simpatico. Con su auto nos lleva para todos lados. Nos invita a su casa y presenta a su familia. El padre es sonriente y divertido, pero a la madre se la nota muy envegecida. Nos cuentan que nunca puedo superar la muerte de su hijo.
El hermano de Haig murio a los 19 anios en la guerra con Azerbeijan, a unos cinco kms de donde estamos parando. Visitamos su tumba. Alla por los 90' mientras yo jugaba al basquet en mi Rio Gallegos natal, este jovencito que le toco hacer el servicio militar moria en combate.
Ahora la situacion esta mas tranquila, no hay disparos pero se mantienen las fronteras cerradas y la tension sigue alli. A quienes nacimos en paz nos cuesta entender la guerra. Vivirla tan de cerca hace valorar mucho lo que uno tiene en casa.
Antes de encarar las montanias, fuimos hasta la frontera, a unos pocos metros saliendo de la ruta principal. Un camino lleno de barricadas, bunkers, y paredes baleadas que termina en un alambre de pua y una garita con dos soldados. Los jovencitos sonrientes no tienen ni veinte anios y cargan unas enormes armas. Tienen los cachetes rojos por el frio, como los de los chicos que mandamos a Malvinas.


Escalera al cielo

El montanioso sur de Armenia nos esperaba con dias muy duros para nuestras piernas y gratificante para nuestros ojos y mente.
Para hacerlo grafico, en cinco dias hasta llegar a la frontrera con Iran, hicimos tantos pasos de montania, que si sumamos todos los ascensos escalamos 7.500 mts de altitud. Es decir que si el Aconcagua tuviera una ruta desde el mar hasta la cima, lo ubieramos pasado por 600 mts!
El escenario era lindisimo. Las primeras nevadas en las cimas, por debajo rebanios de ovejas con sus pastores luchando contra el frio viento.
Despues de casi un mes nos despedimos de Armenia y de unas cuantas libertades hasta proximo aviso. Entramos en la Republica Islamica de Iran. Las historias de este pais increible van en el proximo mail! 


Y llegue a los 20.000 kms. Solo un frio numero. Pero llevo una hojita donde tengo cada dia pedaleado, es ahi donde cada km toma vida. Cada dia es una historia, una cara, un paisaje, una ensenianza, que nada podra borrar de mi memoria.
Espero que se sientan parte, por que asi lo vivo yo, somos muchos en esta ruta que va a ningun lado!

Con el carinio de siempre!

Un Fuerte Abrazo!

lunes, 2 de septiembre de 2013

Balance Anual

La ruta se tapa de hojas
todo vuelve a empezar
pero el tiempo es irreversible
tantos senderos que ya no he de caminar.

Una vuelta alrededor del sol
del perfecto equilibrio, una exploración
tan único y finito
como el latir del corazón.

No estaba en el programa
del posgrado que iba a hacer
materias sobre 'patear el tablero'
para mirar todo al revés.

A vivir la vida con lo puesto
hace un año salí a jugar
será imposible de olvidar
será imposible de terminar.


viernes, 9 de agosto de 2013

Al fin un poco de Inspiracion Vol V

Medialuna y estrellas. El tambor suena en la calurosa madrugada turca. Caminamos por las callecitas del pueblo avisando a los ayunadores del Ramadan que aprovechen para comer antes que el sol lance sus primeros rayos. Después de mas de cuatro mil kilometros desde que salí de Roma se ve en el horizonte un nuevo mundo, el elefante asiático asoma.Sigo sin entender bien todo lo que pasa en este camino, por momentos creo que vivo una realidad paralela, una fabula que inventa mi cabeza. Fantasía o realidad? Poco importa cuando solo se trata de viajar.


Reflexiones en el aire


En siete horas de vuelo el avión cruzó medio continente africano, que a mi me llevo cinco meses de pedaleo. Mirando por la ventanita del Airbus era inevitable pensar en la relatividad del tiempo y la distancia. Cuántas historias se les pueden robar a esas pocas horitas?
Las dunas del Sahara parecen tan inofensivas desde la altura, casi suspendidas.
‘No me arrepiento de un solo día en la ruta, pero tampoco los quisiera repetir’ me dijo Dan mientras lo cruzábamos en días difíciles de viento y arena. La frase tomaba mucho sentido desde ahí arriba.

Nostalgias Romanas


Bajé de mi vuelo en el aeropuerto de Roma y esperando mi bici, o lo que quedara de ella, llegaron los pasajeros de Aerolíneas Argentinas. Argentos por todos lados!! Me sentía raro, rarisimo, no sabia si quería ponerme a charlar o no, una parte de mi quería también escapar. En el bus al centro de la ciudad tenia atrás tres chicos de mi edad que venían a vacacionar a Italia. Se sentía la ansiedad y alegría que tenían de llegar a un lugar nuevo. Yo podría haber estado allí tranquilamente, pero me encontraba embarcado en algo tan diferente que me daba vergüenza hablarlo. 
Un argento cincuenton que estaba al lado mio le llamo la atención mi casco de bici. ‘A India?’ ‘Si’, ‘En bici?’, Si. Se rió y ahí se termino la conversación.
Una vez en el centro de Roma me encontré con Guille, el armenio, amigo de mi antiguo trabajo en LAN, que me vino a visitar unos días  Metí a mi cabeza en un gran lío  En medio de esta aventura me junto con este amigo y es como si el tiempo no hubiese pasado, como si estuviéramos tomando una cerveza en un día de oficina, con la diferencia que después el se vuelve a Argentina y yo sigo pedaleando para India... loquisimo.
Fueron días donde relaje el presupuesto de vagabundo. Vacaciones con helado, pizza y cerveza. Charlamos mucho de la vida mientras caminamos las calles de Roma. Una ciudad fantastica, un monumento a la civilizacion, a pesar de los turistas. La despedida fue particularmente dificil para mi, no solo me despedia de un gran amigo hasta no se cuando, me despedia de Argentina otra vez.


Como en Casa


Monterotondo ya lo conocia de nombre mucho antes de llegar a Italia. Este pintoresco pueblito a treinta kilometros de Roma fue donde estuvo alojado mi amigo (y cuñado ejej) Carlitos en su año de intercambio cuando estábamos en el secundario. Las vueltas de la vida hicieron que ahora fuese mi turno de visitar a su familia. Claudia, Martina y Sara me recibieron como el hijo/hermano viajero que hace tiempo no veían  Fue lindísimo volver a sentir un poquito del calor que brinda el día a día familiar.
Aproveche los días para tramitar la renovación de mi pasaporte en el consulado de Roma. Si ustedes pudieran ver el pasaporte que me dieron (con el que actualmente estoy viajando) les robaría unas cuantas sonrisas. ‘PASAPORTE DE EMERGENCIA’ dice en la tapa. Todo escrito a mano, duración de un año y una foto para mandar al museo (sacada en Sierra Leona con una remera amarilla que antes era blanca, una de esas tardes que el calor y la mugre se ven en el pelo y cara con claridad).
También fue un buen momento para poner a punto la bici. Junto a la estación de trenes se encuentra la ciclo oficina popular de Monterotondo. Le sacamos el polvo rojo africano a ‘La Poderosa’, cambiamos piñon, cadena, cables y la cubierta trasera que estaba lisa. No me quisieron cobrar un euro. Con Noemi (la encargada) empezamos una mini entrevista que termino siendo una lindísma y prolongada charla de la vida. Que bien hace cruzarse gente así en el camino.
Llego el día de partir. Fede, mi amigo italiano que conocí meses atras en Portugal, vino hasta Monterotondo para empezar a rodar en Italia. Las chicas, Sara y Martina, se animaron a acompañarnos los primeros kilómetros hasta que una cuesta marco el fin de la aventura. Allí me despedí de mi primer familia italiana!
De nuevo sobre las bicis. Fede tenía una cita obligatoria en Florencia: debía presentar su viaje en una feria de sustentabilidad a pedido de los sponsors. Hacia allá fuimos. Colinas verdes, bosques, pueblitos medievales estratégicamente erguidos en la cima de las cuestas, el sol y la lluvia primaveral, todos elementos  que marcaron nuestro paso por las pintorescas Umbria y Toscana.
Ya en Florencia nos encontramos con toda la familia de Fede que se vinieron para despedirlo. Paso la presentación con un poco de nervios y cuando se apagaron las luces solo quedaba un desafío .. pedalear!.
Justo antes de partir, la muela de juicio obliga a Fede a posponer la salida. Dejamos las bicis en Florencia y nos fuimos en auto a Ascoli Piceno,  el pueblito donde vive la madre y el tío dentista. Fueron días muy especiales. Una semana en la que disfrute estar en una casa sin hacer mucho mas que leer, ver documentales, mientras afuera no paraba de llover. Pequeños placeres que se pierden en la ruta como sentarse en un sillón o estar todo el día en medias sin salir a la calle.
Con una muela menos volvimos a Florencia. Ahora si, salimos. Rumbo norte pasamos por el parque nacional de la Cinque Terre. El mediterráneo azul profundo choca contra enormes barrancos de piedra y en sus pequeñas grietas, lugares difíciles de explicar que se puede construir algo, aparecen pueblitos muy pintorescos.
La ruta costera nos llevo hasta Portofino, muy cerca de Genova. En uno de los pueblos mas exclusivos de Italia y a metros de la mansión del Cavaliere  me di el primer baño en el Mediterráneo.
Unos días para visitar a Marilu y Mauro, tía y primo de Fede que nos trataron de manera tan afectuosa que costaba encarar la ruta de nuevo.
Después de unas cuestas vendría la ‘Pianura Padana’: Una especie de pampa productiva, llena de plantaciones de cereal, vacas y camiones... como la provincia de Buenos Aires.
 Aprovechamos para pasar a saludar a Roberto Bressan, el cuadrista de bicicletas que sponsorea a Fede. Los ruidos en mi bici me preocupaban y le preguntamos si le podía dar una miradita... ‘hoy se quedan a dormir acá y mañana la revisamos’. A la mañana siguiente descubrimos que la mitad de los rayos de la rueda trasera estaban a punto de explotar... Roberto lo arregló en un ratito (y eso que todavía se sentían las copas de mas de la cena!), salvándome de un gran dolor de cabeza.
Ya del otro lado de Italia llegamos a Venecia. Una visita fugaz para recordarme la increíble capacidad del ser humano para modificar su entorno... y también la de crear un turismo de masas que se roba gran parte de esta belleza.
Antes de entrar a Eslovenia pasamos unos días en los Dolomitis (Alpes). Mi amor por las montañas es irracional. Nos salimos completamente de la ruta a oriente para pedalear por pasos de montaña realmente altos y largos... la belleza del paisaje también demasiado irracional para intentar describirla en una hoja.
Volver a Europa fue volver a occidente, la sociedad de consumo y a un individualismo que duele. Pero también fue de alguna manera volver a mi país  En estos días en Italia conocí gente y familias realmente increíbles que me brindaron todo su cariño. Y no podemos escapar de nuestras raíces  somos muy parecidos. Sin dudas Italia fue como estar un poco en casa.



Infinito


Perdido en las montañas de Toscana se encuentra Boveglio. Un pueblito que vio nacer a mi tatarabuelo. Como no pasar a visitar si una parte de este viaje empezó allí!Llegamos transpirando la subida. Callecitas de piedra bien angostas y empinadas. Nos costó encontrar gente, el pueblo parece dormir una eterna siesta. Caminamos un poco hasta que encontramos un señor sentado en la puerta de una casa bien antigua. Fede hace de traductor y le explica que buscamos algún Iacomini (mi familia materna). Sin decir nada, pero con una sonrisa, el hombre de cabello blanco apunta una casa a unos veinte metros de donde estábamos.

Golpeamos un par de veces, se escucha mucho ruido del otro lado. El viejo portón de madera se abre y del otro lado esta mi abuelo Cacho. Cachito? No entendia absolutamente nada. Que hacia Cachito ahi tan lejos de sus sierras tandilenses? Le di un abrazo enorme y no alcance a preguntar nada que apareció toda la banda, mi abuela, mama, tíos  primos, hermanos. Toda la congregación Iacomini!! ‘Somos unos poquitos los de Argentina’ me dice mi tía Elina. Eran mas de cien personas en el patio interno de una casona.

Mi hermano Tito me cuenta riéndose que llegaron hace una semana a Italia, invitados por una tía italiana que organizo todo y que también pago todo! (Dicen que la tía rica tiene contactos con la Camorra Napolitana).Nos ponemos a charlar con los chicos que están al lado. ‘ We are the Iacomini’s from Chicago’ dice uno en perfecto ingles...Me distraigo de la charla por que lo veo a Cachito contándole el cuento de la buena pipa a un sobrino lejano de Australia que lo mira sin entender mucho ‘ Buina Paipa??’ pregunta... ‘no te dije Buina Paipa, te dije si queres que te cuente ...’ un fenomeno cachito jeje.
El almuerzo, unos spaghettis al dente que se mandan los Iacominis italianos. El postre quedó a cargo de Argentina y es la gloriosa pasta frola de mi abuela Hilda (Cachita). Dos días cocinando estuvo Cachita para tener postre para cien personas.
La tarde pasa conociendo familiares de todos lados del mundo... cual habrá sido la semilla de semejante árbol??, el inicio de esta historia??

Y la luz de la mañana me despertó . Mientras desarmaba la carpa pensaba.. que lastima que en Boveglio no quedan rastros de los Iacomini.. y que rica hubiera estado esa pasta frola..

Y mientras pedaleaba , pensando que escribir,  se me ocurrió que podía inventar un sueño...

Y...

Fe de Erratas: Me informaron que la familia Iacomini no viene de Boveglio sino de Brandeglio... 'eso lo explica todo' solía decir un amigo mío... ajaja

Cometa Veneto


Como de costumbre se nos hacia tarde en la ruta sin un lugar donde dormir. Esa incertidumbre motor de las mas lindas experiencias. El no saber que va a pasar!.
La zona era difícil para acampar libremente, a la derecha un canal de agua que desmboca en Venecia, a la izquierda quintas con mansiones de hace siglos atrás. Transitabamos la famosa Via Veneta..
‘Vamos a tener que tocar puertas’ dijimos mientras nos reíamos de solo pensar al punto que llegamos. Golpear la puerta de las propiedades mas caras del país para pedir un pedacito de tierra para acampar.
Un par de portones sin respuesta hasta que llegamos a uno que estaba abierto. Entro tímidamente a la quinta con la bici y aparece una señora muy simpática  Trato de explicarle lo que necesitamos pero me dice que quien toma las decisiones es el esposo y que el llega en unos quince minutos. ‘ Lo esperamos’ le decimos. Estábamos jugados, el sol no nos regalaba mucha mas luz. ‘Cuando vean un auto chiquito amarillo es el’ nos dice un poco orgullosa de la austeridad del carro.
Finalmente llegó. Dejamos unos minutos para que la señora le explique. Nosotros lo esperábamos afuera del portón.  Cargaba un look desprolijo que nos hacia intuir ‘ este tipo debe ser buena onda’. Se nos acerca y de mala manera pregunta ‘Qué pasa? ’. ‘Ufff le erramos de quinta..’ pensé  Le explicamos y nos dice ‘ Pueden poner las carpas allí  apuntando un pedacito de pasto afuera de su propiedad, al lado de la ruta.
Era más que suficiente para nosotros, pero no dejaba de sorprender que teniendo un parque gigante nos mandara a dormir del lado de afuera. Imagino un acto de defensa natural, de su propiedad, frente a los invasores.
Armamos campamento y nos pusimos a cocinar la cena. El hombre se acerco de nuevo a charlar un ramito  con las barreras un poco más bajas. Yo lo había prejuzgado por su actitud y aquí me mostró otra cara completamente diferente. Nos cuenta que es un productor agropecuario que se ve que le va muy bien económicamente  Lo acompaña su hijo de unos diez años y una nena un poco mas grande que nos miran con timidez. Nosotros le contamos un poco quienes somos y tratamos de responder el famoso ‘Por qué?’.
A los cinco minutos vuelve con una botella de vino y una fuente de rúcula fresca que produce el mismo. Mas tarde grapa y galletitas dulce de postre. No se si se sentía mal por el trato inicial o simplemente le caímos bien, pero el cambio en la actitud para con nosotros era asombroso.
Por la mañana, apenas abrimos los ojos, nos espera paradito al lado de las carpas el nene de la familia. Un gordito de piel muy blanca, tan blanca y limpia que imagino le faltan horas de jugar al aire libre, embarrarse un poco. Nos invita café y galletitas que nos trajo. Nos cuenta que no pudo dormir pensando en nosotros y las ganas de venir a ver que haciamos por la mañana. El quiere ser cheff pastelero pero dice que su papa quiere que trabaje en la empresa familiar. No existe trabajo que le quede mejor en el mundo a ese nene que cheff de tortas de chocolate de cinco pisos. Nosotros no podíamos decirle otra cosa mas que lo que realmente tratamos de hacer con nuestras vidas, ‘no existe compromiso en la vida mas importante que hacer lo que a uno le gusta’...y le robamos una sonrisa grande.
Abrazo y foto de despedida. ‘En cuanto habremos afectado su camino?’ pensaba. Días mas tarde la madre escribió en el blog de Fede que no sabe que le dijimos a su hijo pero que no paraba de hablar de nosotros.



Vidas Alternativas


Muchas veces tengo la sensación que vivimos en un gran juego de ajedrez, con infinitos casilleros y fichas, donde nos han enseñado que hay una sola estrategia ganadora. Cómo es posible?
Hay gente que se anima a jugar diferente, a desafiar la estrategia única  Este es el caso de Dino, un hombre de setenta años que creo Panta Rei, una aldea ecológica frente al hermoso lago Trasimeno. Escuelas de toda la región visitan el lugar para entender sobre vida sustentable y cercana a la naturaleza. Fueron unos días lindisimos que compartimos junto a voluntarios de todo el mundo.
Bajando de los Alpes nos encontramos con otro valiente: Denis. Un joven de mi edad que dejó de ser un asalariado para trabajar la tierra, producir su comida con sus manos y vivir una vida simple y libre.
Yo no se si me veo viviendo mi vida así  pero es lindo saber que las opciones existen y están ahí para quienes se quieren animar a transitarlas.


Hoja en Blanco


El viaje hacia oriente nos llevo a recorrer prácticamente toda la costa croata. El mar Adriático, completamente transparente y frío, es una pileta que choca una playa de rocas y montanias por miles de kilometros. Un escenario bellisimo.
Una de esas tardes vemos a lo lejos una isla conectada a la costa por un angosto camino. ‘ Tenemos que dormir ahí ’. Al llegar nos encontramos con un pequeño faro en la punta rodeado de rocas para saltar al mar y un atardecer para escribir una canción.
Allí pasamos el fin de semana. Durmiendo a la intemperie, leyendo, tomando mate y obviamente nadando. En realidad fue aquí donde volví a nadar. Siempre había pensado que yo era naturalmente malo para nadar estilos, nunca me sentía muy cómodo y un poco había decidido que no era lo mío. Basto que Fede me de un par de tips para que el crol que siempre fue un dolor de cabeza se vuelva algo placentero. Sentir por segundos que realmente me deslizaba en el agua, como el músico que se vuelve uno con el instrumento, fue mágico.
Lo del nado fue solo un disparador. A cuantas cosas le habré cerrado las puertas sin darme cuenta y me estoy perdiendo de experiencias increíbles . Este viaje si hay algo que tiene es que es lúdico, como volver al jardín de infantes y elegir libremente con que jugar, es volver a descubrirse.
Algo en mi había cambiado cuando la tormenta nos saco corriendo del faro.


Sabores de la ruta


Mientras juntábamos frutitos al costado de la ruta en Montenegro, nos cruzamos con dos chicos ingleses, Dan y Lio, que también iban en bici para Turquía y rápidamente decidimos compartir unos kilómetros... terminaríamos compartiendo experiencias lindísimas.


Hotel Albanés


‘De corazón los quiero ayudar, vengan a dormir a mi casa’

No son palabras que sorprendan a quien visito Albania. Este país que parece la Europa de hace un siglo atrás tiene de la gente mas amable y hospitalaria que he conocido. Con esas palabras, Luli, un joven albanés nos invitaba a pasar la noche a casa de sus padres.
En las montañas, una casita del siglo pasado. Con vacas, un burro y pollos en la planta baja, un piso que cruje al caminar y un altillo con maíz secándose. La madre nos recibe feliz, una señora enérgica de unos 60 años, de particular belleza gitana. El padre, un viejito que toma Raki (bebida local de alcohol destilado) y sonríe.
La madre prepara un gran banquete para los invitados. Mata una gallina ante los ojos inocentes de los occidentales que nunca vieron un cuerpo sin cabeza seguir aleteando (Es algo que hay que ver, hay que vivir la muerte del animal que vas a comer, ser consciente que quitaste una vida y después ponerle ketchup). Hay queso y pan casero. Mucho brindis. Mucho Raki. Banquete Albanés!
A la noche dormimos en el cálido living. Yo me sentía en una estancia patagónica. Con frazadas pesadas viajé a algunas de las noches que pase por algún campo con mi papá.
Por la mañana leche bien fresca de vaca, con el calor del animal aún. Armamos las cosas para partir. (El padre seguía tomando Raki).
Luli quiere vivir mejor, hacer un poco mas de plata, como todos. Tiene en su cabeza empezar un emprendimiento turístico  una experiencia local. Sin avisarnos nosotros eramos sus primeros clientes.
‘El precio que yo cobraría a los turistas seria de 25 euros’ nos dice indirectamente. La experiencia se me derrumbo. Nosotros no dudábamos en ofrecer un poco de plata para pagar por el increíble banquete, pero cuando me di cuenta que todo había ocurrido por un fin meramente económico, de hacer un poco de plata, me sentí un poco engañado.
Dudé en compartir o no la experiencia. Opté por hacerlo por que tuvo un mensaje para mi. Siento que muchas veces donde el mercado mete la cola se pierde lo humano, lo social y este es un buen ejemplo.
Al irme por la ruta me acordaba de Venecia y la experiencia con un kioskero: ‘Te puedo hacer una pregunta?’ ‘Si es muy larga tenés que pagar’.


Arcoiris del Amor


Almorzábamos sanguches de tomate en una plaza en Macedonia cuando se nos acercan unos chicos muy hippies: ‘ Chicos van para el Rainbow?’ Rainbow? Fede ya lo conocía de nombre, Dan, Lio y yo no teníamos ni idea. El gran festival hippie acababa de comenzar en Grecia. Estábamos a tres días de pedaleo en un camino que se salía completamente de la ruta. ‘Tenemos que irrr ‘ dice Fede entusiasmado por lo que sabia...’ Mmmm esta bien ‘ dijimos.
A 1700 mts de altura en medio de las montañas, cientos de hippies se congregan, bailan, cantan y te reciben con un fuerte abrazo. ‘Welcome Home’ te dicen todos. Un mundo diferente, calor humano, fuego.
Cada uno es libre de hacer lo que siente. Ayudar en la cocina para cocinar para cientos de personas, asistir o dar un workshop de lo que se te ocurra, tocar los tambores al lado del fuego o simplemente contemplar el universo. Se cree en la energía de las personas.
Al principio choca un poco, tardamos en bajar las barreras. Después de cinco días los cuatro bajamos de las montañas sabiendo que habíamos estado en un lugar muy especial. Inolvidable.


Faltaba solo Ale Magno!


En cuero y medio borrachos bailamos danzas típicas de la macedonia griega hasta que salio el sol.

Me levanté temprano, estaba sólo de nuevo después de mucho tiempo. Había acampado en una plantación de girasol en las afueras de Gianitza, Grecia. El día anterior perdí a los chicos de manera inexplicable por demorarme eligiendo música del mp3. Un desencuentro que, sin telefonía  significo perderlos todo el día.
Fuí hasta el centro de la ciudad a buscar internet para ver si tenía noticias de ellos. Unos jóvenes griegos muy simpáticos me invitan el desayuno. Cómicamente los chicos están en la misma ciudad que yo, de acuerdo al mail que me mandaron, a unos 40 kms de donde los perdí!. Arrancaba bien el día.
Nos reencontramos en la plaza y entre risas tratamos de entender como nos pudimos perder así.  A las bicis de nuevo, pedaleamos rumbo a Bulgaria. Hacen mas de cuarenta grados en la ruta. Paramos a almorzar en un restaurant familiar y muy dominguero.
A unos 100 kms de la frontera una tormenta en el horizonte nos frena el paso. Una casa con un cartel de BAR y un techo parece un buen lugar para esperar la lluvia.
El BAR no era mas que una casa que se olvidaron de sacar el cartel, igualmente apenas nos acercamos Rula y Yani se levantaron de sus sillas, nos ofrecieron asiento y café  El café viene con torta. Con una sonrisa en la cara este matrimonio de la edad de mis padres nos recibe como sus hijos.
Los vecinos están de viaje por lo que nos dicen que podemos tirar las carpas al lado de la casa. La gente del pueblo se acerca de a poco y saluda. Yani nos trae una enorme bolsa de tomates, pepinos y huevos  que saca de su quintita y gallinero.
Vamos a dar un paseo al centro del pueblito. Todos los chicos nos rodean y los que se animan nos hacen preguntas en ingles. Facebook y fotos por todos lados.
‘Mañana a la noche hay un festival de música local  con mas de treinta músicos de la región y comidas típicas’ nos comenta una señora... ‘Nos tenemos que quedar’ le digo a los chicos.
El día siguiente fue un ir y venir de vecinos que nos regalaban tomates, zandia, pan, etc. Yani y Rula nos invitaron a almorzar pasta. Cuando el sol empezó a caer nos pusimos la pilcha mas limpia que teníamos y nos fuimos para el festival.
Hay mas de cien mesas y una pista de baile frente al escenario, todo al aire libre. Los bailes son formando un gran círculo, uno agarrado del otro y moviendo las piernas al compás  girando en sentido anti horario. Las abuelas de setenta junto a los jóvenes de veinte, todas las generaciones abrazadas bailando la misma música y siguiendo el mismo ritmo.
Nosotros empezamos un poco tímidos  La forma que tiene el baile hace que entre cien personas que coordinan sus movimientos de manera perfecta al compás de la música sea fácil y hasta gracioso divisar que hay cuatro personas que distorsionan la armonía del movimiento. De todas formas nos metimos en el medio y robábamos la risa de unos cuantos.

La resina y cerveza empezó a correr. Los más joven es empezaron la ‘costumbre griega’ de romper sus remeras y camisas. Cuando me quise acordar tenia tres griegos arrancando mi remera y tirándome whisky en la cara. (Ese fue el fin de mi remera limpia para eventos...).

En cuero y medio borrachos...


Ahora en Istanbul, a casi un año de mi partida, siento que son muchas las cosas que aprendí y muchísimas mas las que tengo por aprender. Extraño mucho mi tierra y mi gente, pero también soy consciente de lo único de este momento y no lo puedo dejar pasar.
Un abrazo enorme!
Con el cariño de siempre
Pablo

martes, 18 de junio de 2013

La Poderosa

Perdón le pido Don Ernesto,
copyright no le voy a pagar,
si de revoluciones internas se trata
el mismo caballo hemos de montar.

Rejunte de frio aluminio
pero de combustible particular,
son los sueños y las ansias
los que empujan tu pedal.

El viento y el sol incansables
sus marcas me han de dejar,
tatuandome aquellos tiempos
en que 'La Poderosa' era Libertad.


(El componente que Shimano no vende)

jueves, 23 de mayo de 2013

Omnia Mea Mecum Porto


              Pasé muchos días pensando sobre porque debía compartir todas las experiencias y reflexiones de este viaje abiertamente a quien quisiera leerlas. ¿Qué busco? Me daba miedo la idea que fuera algo empujado por una motivación meramente egocéntrica, que fuera un ladrillo más en la construcción de ese personaje que todos mostramos a la sociedad.
 
                Fue el brillo en los ojos de la gente con la que hablo lo que me convenció que esta historia le podía servir a alguien. ‘Somos como un cometa que pasa’ me dijo Noemi en la ciclo-oficina de Monterotondo.  Me dí cuenta que tenía que asumir mi rol como un pequeño agente de cambio, tengo un mensaje para dar, no solo contar sobre paisajes. Ese debía ser el objetivo de este rinconcito que tengo en la web.

Pero, ¿cual es ese mensaje que tiene para dar una persona que se lanza a viajar en bici por el mundo, sin un rumbo fijo, sin tiempos?  No encontraba una respuesta que no me llevara menos de unos cuantos minutos de explicación, hasta que una agenda ecológica me regalo la frase perfecta: ‘OMNIA MEA MECUM PORTO’ . Fue la respuesta que dió el filósofo griego Stilpo al tirano Demetrius . Este último acababa de conquistar la ciudad sagrada de Megara y se soprendió al ver que, a diferencia del resto, Stilpo la abandonaba sin nada más que un libro bajo el brazo.

‘Todo lo que es mío lo llevo conmigo’ no solo es la motivación sino también la mayor enseñanza que he tenido en este viaje. Es fortaleza que florece en el espíritu al comprender el poder que un simple hombre posee. Nace de abrazarse a las cosas realmente importantes, tirando la pesada mochila de las banalidades, los ‘deberías’ y todos los miedos que lo acompañan.

‘Todo lo que es mío lo llevo conmigo’ es una invitación a correr velos, mirar el mundo con los ojos de hombres dignos y libres frente a millones de caminos y oportunidades.

No me paro desde un escalón a darle clases a nadie. Comparto lo que siento y eso es lo que siempre encontrarán en este espacio, llena de contradicciones y luchas internas, mi búsqueda por caminar la vida como lo hizo Stilpo.

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